Al principio, cuando se supo la noticia de que por causa de la pandemia los jóvenes tendrían que irse a sus casas y desde ahí estudiar, muchos pensaron que era buena idea, así se ahorrarían el dinero de los transportes y otras cosas más. Pero conforme los meses fueron pasando los padres de familia fueron tomando diferentes actitudes. Los padres señalan que los menores se han hecho menos sociables e incluso más rebeldes durante el confinamiento. Después de unos meses de tenerlos en casa todo el día, todo el tiempo y a todas horas, los padres empezaron a exigir al gobierno que regresaran a los jóvenes estudiantes a sus salones de clases en sus debidos horarios como siempre.
Señalaban que el gobierno sólo quería ahorrar ciertos pagos que tienen que ver con las aulas, como la luz, el agua y el mantenimiento. Pero la situación del contagio por coronavirus aún es un peligro y el gobierno no ha hecho caso a sus peticiones Al ver que el gobierno no da luz verde al regreso al aula, ahora los padres cambian sus argumentos. Los padres ya no piden ni exigen sino que ahora suplican que los manden de regreso a la escuela. Dicen que sus hijos no aprenden igual en casa que en la escuela o que se han vuelto serios, retraídos y antisociales.
Argumentan que les está afectando psicológicamente el no estar con sus amigos del salón. Ante todos los argumentos de parte de los padres de familia, hubo una señora que dijo lo siguiente: “ Nada más dan más lata, tenerlos todo el día se vuelve insoportable, era más tranquilo el ambiente antes, ellos eran más sociables cuando estaban con sus amigos”. Ante la situación porque mejor no reconocer que ya no los aguantan en casa.
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