Fue entonces que este poblano de 26 años tuvo que confesar que tenía coronavirus y que él lo sabía y a pesar de eso se fue de vacaciones. Los paramédicos se dieron cuenta de que el sujeto estuvo a punto de sufrir un infarto, por lo que de inmediato fue llevado a la clínica 170 del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Las autoridades deberían pensar qué tipo de sanciones se le deberá aplicar a estas personas irresponsables que ponen en riesgo su vida y las de los demás.