Sergio González Levet / Entre el alivio, la esperanza, el miedo y la incredulidad, ha comenzado con unos cuantos miles en México el proceso de vacunación contra la Covid-19, que deberá llegar cuando menos al 70 por ciento de la población para que dé un resultado que nos permita empezar a volver a la vida como era antes de la pandemia -si eso es posible-.
Eso quiere decir que deben recibir cualquiera de las vacunas cuando menos unos 90 millones de habitantes en este país, y eso se tiene que dar en unos seis meses.
Paro hagamos una cuenta: en seis meses caben 180 días, así que para llegar a esa cifra se tendría que vacunar a 500 mil personas por jornada, lo que ni el chairo más convencido y efusivo cree que se pueda conseguir.
Y a eso hay que añadir que la vacuna necesita dos aplicaciones por persona, con lo que el número necesario se elevaría a un millón de vacunados diarios.
Así las cosas, el remedio mágico de la vacuna tendrá que esperar más tiempo en México para que se pueda cantar la victoria contra el coronavirus, ese bicho maldito que tantas desgracias trajo en este 2020 que no termina de acabarse (o no acaba de terminarse, para los que les gustan los retruécanos, tan bonitos como inútiles).
Para más, debemos añadir que no van a faltar quienes se lancen en contra de la vacuna con una mente obtusa y poco conocimiento científico; son los resabios de las edades primitivas, que en pleno tercer milenio y con tantos avances tecnológicos siguen viviendo desde la ignorancia.
Tendremos que ver y leeremos profusamente en las redes informaciones falseadas provenientes de grupos oscurantistas que tratarán de engañar/convencer a la gente de que las vacunas son, escuche usted la necedad:
- un método para esterilizar a la población, para que el ser humano ya no se pueda reproducir y se acaba la especie.
- Un verdadero programa genocida que busca matar a 2 mil millones de personas, para que haya menos gente y podamos sobrevivir en un planeta que nos estamos acabando porque somos muchos.
- Un plan para que la gente pierda su capacidad de pensar y se vuelva un conjunto de títeres a las órdenes de los verdaderos dueños del mundo, que son los propietarios de los grandes corporativos.
Bueno, la vacuna es lo que es: una cura conseguida en un tiempo record por científicos de todo el mundo para dominar por fin al virus más destructivo que hemos padecido en el último siglo, tanto por su capacidad de contagio como por la peligrosidad de su acción en el organismo humano.
En lo personal, yo espero que las vacunas lleguen a México en tiempo y forma y que todos podamos recibirlas lo más pronto posible, porque es la única forma que tenemos de enfrentar con éxito a la Covid-19.
Lo demás son patrañas.
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