Irineo Domínguez Méndez / ¡Sí, damas y caballeros! No importa lo que digan; se aliaron con “Pacto por México” para fomentar las privatizaciones a través de las reformas estructurales y hoy se unen bajo el slogan “Va por México”. Efectivamente, nunca se odiaron, políticamente actuaron en búsqueda de sus intereses; nuevamente lo repiten. Lo escabroso del tema resulta ser el origen que le dio vida a esta alianza: un movimiento ultraderechista – hablando de la línea política – encabezado por empresarios millonarios del norte del País, principalmente la Coparmex: “Sí por México”, el cual había rechazado haber nacido como oposición a AMLO y su partido. En este movimiento se congregaron el BOA (Bloque Opositor Amplio) y FRENAA (Frente nacional anti Amlo).
¡Pura praxis política! El revoltijo es bastante sui géneris. “Va por México” o “Van por México”, es casi igual. Sin embargo, sus posturas políticas pueden descalabrar la 4T. Recordemos lo sucedido en Coahuila e Hidalgo: el PRI barrió con todos. En el primer Estado se renovó el congreso local y fue carro completo para el colorado. En Hidalgo, el mismo partido se las partió a todos los demás, solo les dejó las migajas. Morena, con todos los programas sociales haciendo campaña solapada, valió gorro. No pudo alegar injerencia del gobierno local. El panorama antes descrito se vislumbra como una repetición, desde ahora, en muchos Estados del País.
Van juntos en 171 distritos, según se ha informado. Las encuestadoras coadyuvaron bastante a la alianza del PRIANPRD; la mayoría de ellas coloca a Morena delante de sus contrincantes en las elecciones de gobernadores, excepto en Querétaro. A nivel nacional, también aquel partido supera a la oposición en preferencias electorales para elegir diputados federales. Con la alianza, los números proyectados preferenciales, se igualan. Sin duda, el más beneficiado con esta unión es el PRD, instituto político que podría perder su registro de participar solo.
En el ámbito estatal, ya se concretaron algunas alianzas entre los partidos denominados de derecha; Tlaxcala es el último; Veracruz, seguramente, no será la excepción. Una alianza opositora tendría como resultado que Morena pierda la mayoría en el Congreso, incluso, podría ser una catástrofe si gana menos de 15 distritos. La oposición tiene a su favor el cuestionado gobierno de Cuitláhuac; donde urgen cambios en el gabinete. Todo apunta a que el voto citadino sería minoritario para los morenos-petistas.
Morena deberá a su Estatuto y a la ciega y sorda Comisión Nacional de Elecciones (CNE) su inminente caída; pronóstico basado al conocer la Convocatoria emitida para la elección de Diputados Federales. De entrada, “los aspirantes o suspirantes” saben que, únicamente, 4 de ellos serán aprobados en cada distrito para participar en la etapa 2, la de encuestas; misma en la que se convierten en precandidatos. En algunos casos la situación será peor; esto será así cuando sólo se apruebe un registro, el afortunado será candidato único.
Entonces, sin explicación alguna, los reprobados se quedarán chiflando en la loma; ¿cuántos?, la mayoría. Estos serán bien recibidos en la oposición. Entonces, en Veracruz y el resto del País, Morena padecerá una desbandada colosal; las huestes no aceptarán imposiciones. Muchos de ellos se volverán “conversos” y se pondrán en contra del partido; Dunham Barrows dijo que “no hay peor enemigo que un converso”. Los líderes regionales, de ser excluidos, se sumarán a la alianza del “diablo”: PRIANPRD. En cualquier distrito o municipio que esto suceda la alianza referida ganará, indudablemente.
Las 3 tribus veracruzanas son incapaces de pactar; se han hecho mucho daño; el fuego amigo ha estado muy cab…. Acusaciones contra el delegado federal; señalamientos del grupo huertista contra el Uno y el desconocimiento de la dirigencia estatal por parte de los dos grupos antes citados tienen como resultado la descalificación constante entre ellos; algo que la sociedad percibe ampliamente.
Por otro lado, cientos de diputados federales han manifestado su deseo de reelegirse, igual deseo se manifestará pronto en el Congreso local. Ni aquellos ni éstos – emanados de Morena – volverán a ganar una elección, ya no
tienen al candidato que participó por ellos: AMLO; a quien han “desobedecido”, pues, dijo que no buscaran la reelección, sencillamente porque, con ello, se convierten en figuras de lo que más critican: en conservadores.
Si son o no positivos los contrapesos en estos tiempos lo sabremos después del 1° de septiembre del próximo año. La alianza opositora argumenta a su favor que ese es uno de los principales motivos de su unión. Al respecto, cabe recordar quiénes promovieron la alianza del PRIANPRD: un estado salinista neoliberal, encabezado por empresarios; su origen será un arma que utilizará el partido gobernante y sus aliados para anular su crecimiento.
Otro sí digo. – Preparémonos para ver y escuchar como se avientan caca las dos alianzas.
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