El Tribunal Electoral de la Federación le dio permiso al presidente López Obrador para que, desde su tribuna, pagada por los panistas, perredistas, morenistas, priistas y cualquier otro ciudadano, critique a los partidos políticos y alianzas electorales. El presidente ha aprovechado esa venia que le otorgara el TEPJF y por ello no pierde oportunidad para, desde las mañaneras o desde cualquier otro foro, criticar a la alianza de partidos que contenderá en 2021. Como si su gobierno de la 4T fuera incólume, como si tuviera el monopolio de la honestidad, López Obrador dice:
“Toco madera, pero también que le vayan pensando, porque si lograran ese retroceso, yo no voy a ser cómplice de corrupción, las partidas de moches se acabaron y acudiría a la instancia legal que corresponda, pero no voy a ser cómplice en la entrega de sobornos; se acabó el maiceo”. Una cosa queda clara, el presidente critica a la alianza porque sabe que representa un serio peligro para su proyecto político.
Entre más la critique, más miedo le tiene. López Obrador no previó que muchos de esos funcionarios y diputados de tómbola le iban a echar la Cuarta Transformación, no previó a los hermanos recibiendo moches ni a la prima dando moches. Tampoco previó a sus gobernadores estultos (Cuitláhuac, Cuauhtémoc, Barbosa) que han dado muestra clara de lo que es no saber gobernar.
Comentarios