Un detalle ha llamado la atención de los analistas, las tres mil dosis de la vacuna de Pfizer se deberían haber aplicado al personal médico que labora en la trinchera de esta pandemia. Para ello se hicieron citas de antemano para que a tres mil elementos de ese personal se les pudiera aplicar esa vacuna. Sin embargo, siendo que a tres mil personas se les dio cita, al final resultó que varias personas se quedaron sin su vacuna contra el coronavirus.
Pues si hicieron tres mil citas, para tres mil dosis, ¿dónde quedaron las vacunas de las personas con cita a las que no les aplicaron? Lo más lamentable de todo esto es que personajes influyentes de la Cuarta Transformación hayan traficado con la vacuna para que se les aplicara a sus familiares. Pero eso sería lo de menos, no extrañaría que por ahí algún diputado, senador o funcionario de la 4T haya traficado con alguna vacuna para aplicársela a su chichifo o chichifa.
Y es que no hay explicación. Las vacunas se programaron para ser aplicadas y se citó al personal médico, tres mil, para que se les aplicara. Personas que acudieron al Hospital General de la Ciudad de México estuvieron esperando por horas para que les aplicaran la vacuna, pero les dijeron que ya no había dosis, ello a pesar de haber sido citados. Y eso que sólo son tres mil dosis, ¿se imagina cuando lleguen millones de dosis que están por llegar?
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