Armando Ortiz / 60 mil muertos por el coronavirus sería una catástrofe, señalaba el subsecretario Hugo López-Gatell al principio de la pandemia en México. El cálculo de López-Gatell eran 8 mil muertos por la pandemia; se sentía optimista el subsecretario, creía que, como el presidente, que el coronavirus les había caído como anillo al dedo; creían que podrían domar la pandemia, aplanar la curva de contagios. Pero nunca pudieron. Este 25 de diciembre de 2020 México ha llegado a la cifra de 121 mil 837 fallecidos por causa del coronavirus.
Asimismo, la Secretaría de Salud reportó un millón 372 mil 243 casos confirmados acumulados. Pero lo más grave del asunto que es los infectados siguen aumentando, la pandemia no se ha domado ni la curva se aplanó.
Las medidas sanitarias impuestas a la población son importantes, pero también es importante el buen ejemplo, y nuestro presidente, así como el subsecretario de Salud, han dado un pésimo ejemplo en esta pandemia. Quizá por ello la curva de contagios nunca se aplanó. 121 mil 837 fallecidos por covid, la catástrofe de López-Gatell multiplicada por dos.
Tres mil dosis de la vacuna para tres mil elementos de personal médico; muchos se quedaron sin vacuna; ¿quién traficó con ellas?
Un detalle ha llamado la atención de los analistas, las tres mil dosis de la vacuna de Pfizer se deberían haber aplicado al personal médico que labora en la trinchera de esta pandemia. Para ello se hicieron citas de antemano para que a tres mil elementos de ese personal se les pudiera aplicar esa vacuna. Sin embargo, siendo que a tres mil personas se les dio cita, al final resultó que varias personas se quedaron sin su vacuna contra el coronavirus. Pues si hicieron tres mil citas, para tres mil dosis, ¿dónde quedaron las vacunas de las personas con cita a las que no les aplicaron?
Lo más lamentable de todo esto es que personajes influyentes de la Cuarta Transformación hayan traficado con la vacuna para que se les aplicara a sus familiares. Pero eso sería lo de menos, no extrañaría que por ahí algún diputado, senador o funcionario de la 4T haya traficado con alguna vacuna para aplicársela a su chichifo o chichifa.
Y es que no hay explicación. Las vacunas se programaron para ser aplicadas y se citó al personal médico, tres mil, para que se les aplicara. Personas que acudieron al Hospital General de la Ciudad de México estuvieron esperando por horas para que les aplicaran la vacuna, pero les dijeron que ya no había dosis, ello a pesar de haber sido citados. Y eso que sólo son tres mil dosis, ¿se imagina cuando lleguen millones de dosis que están por llegar?
La blusa de Gutiérrez Müller. No cuesta 40 mil como dicen, sino mil 342 pesos; la verdad en un tianguis se la hubiera dado en 300 varos
Cualquiera que desee ser figura pública debe entender que siempre va a estar bajo el escrutinio de los medios. Asó pasa con los presidentes municipales, gobernadores, presidentes de la República y las esposas de los presidentes de la República. La esposa del presidente López Obrador, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller uso una blusa de color beige con unos pronunciados olanes al frente. Una usuaria subió una blusa parecida de la marca Gucci, criticando a Gutiérrez Müller, señalando que es incongruente aparecer dando un discurso de austeridad vistiendo una blusa de más de 40 mil pesos.
Pero la esposa del presidente corrigió al mostrar una publicidad que mostraba la misma blusa, pero al precio de mil 342 pesos. Por supuesto, la blusa se le ve mejor a las modelos que la lucen en la publicidad.
A la esposa del presidente le da una apariencia demasiado conservadora, algunos ya hicieron el meme de la “tía de la vela perpetua”. La verdad, si de austeridad se trata, esa blusa la hubiera encontrado en un tianguis hasta por 300 pesos. Y quizá hasta se la hubieran dado de su talla.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra