Jorge Flores Martínez / El significado de la navidad ha cambiado en estos dos milenios, no tenemos ni siquiera claro si celebremos el día correcto, para los católicos, anglicanos y algunos protestantes no hay nada que discutir, es el 25 de diciembre; para las iglesias ortodoxas se festeja el 7 de enero; algunos estudiosos, según el Nuevo Testamento, haciendo cuentas de la visita de la Virgen María a su prima, la mamá de Juan el Bautista, Zacarías, su padre, oficiaba en el templo y por cuentas de los meses, Jesús debió nacer en septiembre, pero otros estudiosos dicen que la visita de la virgen se debe interpretar a los tres meses de su embarazo, con lo que la concepción sería en el mes de marzo, y si el embarazo fue normal, su nacimiento efectivamente fue en diciembre.
Otros argumentan que es imposible que en diciembre los pastorcitos cuidaran a sus rebaños al aire libre en el intenso frio de Jerusalén, además que, el censo ordenado por César, es improbable que se realizara en pleno invierno. Al final, después de dos mil años no hay forma de calcular la fecha del nacimiento de Jesús, nada se ajusta a las fuentes históricas con las que contamos.
Antes del cristianismo estas fechas eran muy importantes, no es casualidad ni un misterio sin resolver, se trata del solsticio de invierno, el día que el dios sol nace, es el día más corto del año y todo a partir de este día, en forma casi imperceptible, cada día será un poco más largo que el anterior, es la victoria de la luz sobre la oscuridad, es nuestro sol, nuestros dioses ancestrales y un pequeño que nace, todos simbolizan la esperanza.
Los romanos celebraban la fiesta del Natalis Solis Invicti; los germanos, el nacimiento del dios Frey; los aztecas, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra; los incas, el renacimiento de Inti, su dios sol. Eran sabios los antiguos, tenían claro que todos giramos alrededor del sol miles de años antes que Copérnico lo viera.
Al final, después de dos mil años, seguimos celebrando y festejando algo, para muchos es el nacimiento del Niño Dios, para otros es una bella tradición, algunos será el pretexto para estar cerca de sus seres queridos, pocos celebraran nada, para el resto, tan solo una fecha impuesta por la mercadotecnia yankee para explotarnos con su consumismo capitalista.
Yo por el contrario creo que la fecha es extraordinariamente importante, en mis más de cincuenta años he celebrado el nacimiento del Niño Dios, he estado con mis seres queridos, he disfrutado del frenesí consumista yaquee y no he celebrado nada, ni siquiera el solsticio, la victoria del sol invicto o el advenimiento de Huitzilopochtli. Pero ahora estoy convencido que la navidad es mucho más que lo que creía, extraño mucho a los que ya no están conmigo, casi puedo escuchar sus risas y bromas, por momentos tengo ese sentimiento que van a llegar y alegres estar reunidos. Me gustaría abrazar a los que no pueden venir o ir a abrazarlos a donde están.
Pero voy a estar con los que estamos y vamos a estar felices de estar juntos, pensar por un momento en el significado del día, la importancia de parar un poco todo y en familia festejar que aquí y ahora somos. Rezaremos un momento, daremos gracias de lo que tenemos. Dar gracias, después de todo, es uno de los actos mas bellos que una persona puede hacer. Nos tomaremos fotos, acostaremos al Niño Dios en su humilde pesebre, posiblemente como una tradición familiar, pero más para no olvidar que la humildad que representa ese nacimiento nos debe acompañar todos los días.
Feliz Navidad a todos, no importa lo que quieran celebrar o si no quieren celebrar nada, lo importante es festejar que aquí estamos.
Y dar gracias de estar, no lo olviden. A quien o a lo que quieran agradecer de estar.
La pintura es de El Greco, La Navidad
Aviso:
Nos vemos el 5 de enero, así que también les deseo lo mejor en este 2021
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