Francisco Vargas / Esta semana se llevó a cabo el registro de los precandidatos de Morena a las 15 gubernaturas en medio de protestas, insultos e incluso golpes, desconociendo a varios contendientes que a estas alturas ya fueron designados como candidatos oficiales para contender por sus respectivos estados.
Desde luego, todos los aspirantes fueron respaldados por sus respectivos simpatizantes, y fueron estos los que se encargaron de protagonizar un espectáculo digno de un circo de primer nivel, al más puro estilo “obradorista”, desconocieron la mayoría de los resultados que daban como ganadores de las encuestas internas a aspirantes como Pablo Amílcar Sandoval por Guerrero o Víctor Manuel Castro Cosío por Baja California Sur, los cuales fueron impuestos por “dedazo”, al menos eso aseguran sus propios contrincantes, lo cual hizo que Lavinia Núñez que también aspiraba a la candidatura por ese estado, renunciara a su militancia en Morena y se uniera a Movimiento Ciudadano.
Esto mismo se repitió en Zacatecas, donde nuevamente David Monreal, hermano del Senador Ricardo, será el candidato por ese estado, al igual que Miguel Ángel Navarro en Nayarit y Layda Sansores en Campeche, los cuales son ya desde este momento los candidatos oficiales por parte de Morena.
La estrategia que persigue el dirigente de ese partido; Mario Delgado, parece ser tratar de impulsar lo antes posible a los candidatos que todo indica ya tiene elegidos para los respectivos 15 estados, sin importar lo antidemocrático que esto sea, y que solo utilice las famosas encuestas de sus militantes, para sin importar los resultados, elegir a los personajes que él ya tiene contemplados.
Esto puede resultar contraproducente ya que como ocurrió con la precandidata de Baja California Sur, muchos aspirantes, militantes y simpatizantes dejarán el partido para emigrar a otros, lo que le restarán miles de votos en todo el país.
Al igual que en los demás partidos, elegirán a los candidatos, si por su popularidad, pero también por quien tenga los recursos económicos suficientes para autofinanciar su campaña, sobre todo en los estados donde Morena no figura como partido ganador.
De ahí en adelante, obviamente influirá la cercanía con el Presidente de la República y con el Dirigente Mario Delgado, por ello que fue que se eligieron a muchos Senadores en funciones.
Lo cierto es que, como lo advirtió el propio Porfirio Muñoz Ledo, que de llegar Mario Delgado o cualquier otro de los que buscaban la dirigencia de ese partido, lo único que podría ocurrir serían procesos con menos transparencia y sometidos a la imposición, traición y avaricia de unos cuantos.
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