Un hombre que se desempeña como mecánico en Rusia asesinó a golpes a un sujeto que abusaba sexualmente de dos niños. El fallecido estuvo encarcelado anteriormente por delitos sexuales contra menores y atrajo a dos niños de diez y catorce años a su departamento para darles alcohol. Cuando estuvieron solos, le dijo al mayor que se desnudara o que lo mataría y lo desmembraría si se negaba; luego los abusó hasta saciarse.
Pero Vladimir el agresor no contó con que el niño más joven escapó y alertó a los transeúntes entre los que se encontraba el mecánico, quien, por su propia cuenta, corrió al lugar y liberó al otro menor de edad. Después de liberarlos encerró a Vladimir en un cuarto de su propio domicilio en donde lo golpeó por el lapso de media hora.
Posteriormente encerró al agresor hasta que llegó la policía, pero murió a bordo de una ambulancia. Una investigación criminal concluyó que los niños ya estaban en libertad cuando Vladimir llegó y que usó fuerza desproporcionada contra el agresor de los jovencitos. Pero el juez dijo que el mecánico actuó como héroe y lo puso en libertad.
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