El día jueves se revelaron los nombres de aquellos que quedarían colocados como integrantes de la fallida Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas. ¿Anotamos los nombres? ¿Para qué? Nadie realmente relevante, la gran mayoría paleros del gobierno de Cuitláhuac García. Por ahí Tulio Moreno, periodista de mil batallas, pero alineado desde La Jornada con la Cuarta Transformación, el resto puro bagazo.
Ser recomendados por Éric Cisneros o por Cuitláhuac García descalifica a cualquiera de estos periodistas para asumir la responsabilidad de atender y proteger a los periodistas. No lo hizo Namiko y sus secuaces, no lo hizo Ana Laura ni Jorge Morales (tan tibios, tan cobardes), todos vivieron con el temor de que los quitaran de ahí, de que los dejaran sin el sueldo que no podrían ganar como periodistas decentes (o indecentes).
Hay de hecho personajes deleznables como Iván Gidi, cualquier periodista con un gramo de ética no aceptaría ser parte de una cofradía que incluyera a este oscuro sujeto. Pero el ansia del dinero, no del poder, porque no lo van a tener, la urgencia de un sueldo los obliga a olvidarse de la ética periodística, de sus valores y principios para formar parte de un grupo que nunca se podrá ganar el respeto de los periodistas reales.
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