Cuando la vacuna estadounidense contra el Covid-19 fue aplicada por primera vez a uno de sus ciudadanos, todos celebraron este suceso, pues esta cepa promete mucho al ser una de las más efectivas. Incluso el presidente Donald Trump celebró este suceso. No obstante, y luego de su aplicación masiva al resto del personal médico de este país, los problemas empezaron a surgir. Y es que, en Alaska una trabajadora de la Salud presentó, luego de ser inyectada, una fuerte reacción alérgica.
La cura contra el coronavirus de Pfizer fue aplicada en el Hospital Regional Bartlett en Juneau, capital de Alaska. Según medios norteamericanos, apenas pasaron diez minutos luego de la aplicación y esta mujer presentó un enrojecimiento de su piel, además de que le costaba respirar.
Al presentarse esta situación, los médicos de ese hospital checaron su historial médico y vieron que no tenía problemas de alergias, o que algún medicamento le hicieran mal. Recordemos que esta vacuna no puede ser aplicada en personas con alergias; se cree que esta trabajadora de la Salud tiene algún mal que ella misma desconoce y por ello su cuerpo tuvo esta reacción.
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