Tras un examen, indicaron que el menor murió lenta y dolorosamente, le arrancaron el intestino delgado del estómago por la horrible agresión. La policía encontró al pequeño sin vida, acostado en su cama, su estómago estaba severamente hinchado. La postura con la que estaba, indicaba que el infante estuvo llorando, con el cuerpo rígido en esa posición tras su muerte. La madre del menor, Nadezhda de 23 años, no pudo controlar al sujeto durante la golpiza.
Aunque la mujer observó todo y supo que, después de esa golpiza el niño había quedado moribundo sintiendo el dolor insoportable, en lugar de alertar a los paramédicos, le cambió la ropa, arregló el departamento y luego llamó a emergencias, señalaron que la madre quiso ocultar que el culpable había sido su nueva pareja. El cuestionamiento en este caso sería si la madre tiene de igual manera la culpa como el cruel sujeto que lo asesinó.