En ese entonces su carrera en el futbol de Europa había acabado y en 2014 volvió a Brasil cuando las acusaciones en su contra empezaban a sonar más fuerte. Tres años más tarde, en 2017, una corte en Milán sentenció al ex Real Madrid y le dio nueve años de prisión, pero una apelación del jugador alargó la denuncia.
Sin embargo, el músico brasileño Jairo Chagas fue testigo de aquella violación y luego de que se filtrara una conversación entre el cantante y el futbolista, la corte que llevara la situación legal de Robinho cerró el caso y el brasileño destinado a ser el mejor jugador de fútbol del mundo, terminará jugando a la pelotita en prisión.