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Dice AMLO que no se puede vender el avión presidencial por extravagante; pues que lo vuelva a rifar

Ya se está dando cuenta el presidente Andrés Manuel López Obrador que no es lo mismo ser borracho que cantinero. Criticar a un gobierno es fácil, dar soluciones cuando no está en manos de uno aplicarlas es más fácil. Pero cuando una persona ya es responsable de aplicar esas soluciones, ahí está lo difícil. El presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que el lujoso avión presidencial que Felipe Calderón le regalara a Peña Nieto se iba a vender porque él no lo iba a ocupar. Se le hizo fácil decirlo, pero venderlo se le está haciendo imposible.

¿Cuál es la excusa? Pues que es un avión muy extravagante: «Ahora no lo podemos vender porque es extravagante… fue hecho especial: un avión que tiene posibilidad de transportar a 240 pasajeros pero que lo convirtieron en un avión para 80… porque tiene recámaras y tiene oficina y sillones, así que no son las sillas de los aviones comerciales… ahí se iba todo». Pero qué fácil es decir yo lo puedo hacer, yo lo puedo solucionar, yo lo puedo vender.

Por supuesto, el avión presidencial ya no debería ser problema pues ya se rifó y de las ganancias de esa rifa se pagó el avión, de modo que ahora o podían poner de adorno en algún parque de la Ciudad de México. O si les urgen los recursos, igual pueden volver a rifar el avión, ya ve que el pueblo bueno siempre les va a comprar sus boletos.

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