Francisco Vargas / Este fin de semana se llevó a cabo el Consejo Nacional del PAN, donde hicieron oficial el ir en alianza con el PRI y el PRD en 13 de los 15 estados donde habrá elección a gobernador, además de postular candidatos en alianza para la renovación de la Cámara de Diputados en todo el país.
Esto se da después de que tras meses de haber exigido esta alianza, los líderes de por lo menos el PAN y el PRD (Marko Cortes y Jesús Zambrano) aceptaran el nuevamente promover alianzas en los estados donde se logren los consensos necesarios. El PRI es el único partido político que no ha fijado una postura oficial, a pesar de que dos semanas atrás su dirigente Alejandro Moreno se reuniera con su homólogos de esta alianza opositora en una mesa de dialogo organizada por una plataforma llamada “Sí Por México” de la que se sabe al menos que varios empresarios abiertamente “anti obradoristas” están detrás de ella.
Pero, ¿Qué es lo que se espera realmente de esta alianza política?, primero, ¿Tienen oportunidad real de vencer a Morena en las próximas elecciones? ¿O simplemente le darán la razón al discurso que ha promovido López Obrador durante los últimos años sobre la supuesta existencia del PRIAN?
La respuesta en ambas preguntas es en efecto que sí, esta alianza aumenta notablemente la oportunidad de que la oposición impida que Morena obtenga nuevamente la mayoría en el Congreso de la Unión, y desde luego hará que los candidatos postulados para seguir con la llamada “Cuarta Transformación”, usen como arma principal la famosa alianza de un grupo de partidos que representan simplemente lo mismo, lo que en algunas zonas del país será algo muy políticamente rentable en plena época electoral.
A pesar de que evidentemente aumentan las probabilidades de que Morena se quedé sin la mayoría en el Congreso, sigue figurando como favorito primer lugar en las encuestas de 12 de los 15 estados donde se renovará Gobernador. Asombroso, dado que a pesar de los pésimos resultados que han dado los gobernadores de este partido, tal es el caso de Baja California con Bonilla, Puebla con Barbosa o Morelos con Cuauhtémoc, y no se diga la gestión federal de López Obrador, la ciudadanía sigue creyendo en gran parte del país que Morena sigue siendo una buena opción.
Estas encuestas previas a la jornada electoral en su gran mayoría no suelen ser imparciales ni objetivas, por lo que no tienen mucha credibilidad y cambian determinantemente sus percepciones durante y después de las campañas políticas, por lo que es probable que Morena se quedé con menos gubernaturas (entre 5 y 8 según mis pronósticos).
Así que específicamente en algunos estados y distritos, esta alianza no traerá buenos resultados a la coalición opositora, aunque si bien es cierto, este podría ser el precio de ir en alianza, sobre todo con el PRI, lo cual hará que muchísimos de militantes tanto del PAN y PRD abandonen el partido (sin que necesariamente emigren a Morena) dejando a esta alianza sin varios cientos o quizás miles de votos, pero poniendo por delante al país por encima del partido y así no permitir que la 4T de López Obrador se perpetúe en el poder por 3 años más.
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