Cuando se le cuestiona sobre aquellos secretarios de gabinete que se sienten todopoderosos y que buscan influir en las decisiones del partido, Ramírez Zepeta comenta: «Ellos son funcionarios respetables. Pero no pueden influir en las decisiones del partido, ni yo en el gabinete; si lo hiciéramos sería convertirnos en lo que tanto criticamos. No le podemos fallar al pueblo, y no les vamos a fallar».
Tal vez, corto de vista, Ramírez Zepeta no se ha dado cuenta, pero Morena ya se convirtió en eso que tanto criticaban; es más, ya hasta los superaron. Nepotismo, influyentismo, corrupción, saqueo, ineficiencia, mentiras, son muchas las prácticas a las que Morena ya impuso su sello personal.