El comunicólogo que despacha como secretario de Educación en Veracruz no tiene ninguna calidad moral para pedir a maestros, padres de familia y a los alumnos que respeten la sana distancia. Tenemos pruebas de que el señor azuzó a líderes sindicales blandengues para que acarrearan gente al Congreso local. Al término de su gris comparecencia, la bufalada de diputados morenistas sin cubrebocas y sin respetar la sana distancia se le arremolinaba, seguramente para congraciarse con el funcionario que le habla quedito al oído del gobernador.
Y es que no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre, ya que cuando le preguntaron a su mecenas qué opinaba de que había mucha gente afuera y dentro del Palacio Legislativo por la comparecencia del secretario de Educación, éste salió con la puntada de que, como el señorito había luchado contra la Reforma Educativa, los maestros querían saludarlo. ¡Por favor! A otro perro con ese hueso.
Lo cierto es que el informe del comunicólogo sólo reflejó una realidad inventada, con unas cuantas escuelitas pintadas; quiso hacer creer a la sociedad veracruzana que es el mejor secretario de Educación del mundo mundial. De lo que sí podemos estar seguros, es que el señor está moviendo una estructura alterna de incondicionales, para apuntalar la candidatura de su media naranja. Y si quieren pruebas, éstas pronto saldrán a la luz.
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