Un niño de 11 años que cursaba el sexto grado de primaria decidió tomar el arma de su padre y dispararse en la cabeza mientras tomaba su clase en línea. El menor estaba conectado en Zoom con la maestra, frente a la cámara y frente a todos sus compañeros. De repente, tomó el arma y la detonó en su frente. Al interior de la casa su hermana estaba también tomando clases en línea en otra habitación. Cuando ocurrió todo, la menor entró al cuarto para encontrar a su hermano sin vida. La niña pidió ayuda inmediatamente. Al llegar a la casa los policías se encontraron con el menor tendido en el suelo, su cuerpo ya sin vida tenía un agujero en la cabeza.
Poco después de las once de la mañana el niño fue declarado muerto en un hospital por lesión autoinfligida; este fue el reporte de los policías. Los agentes y sus declaraciones a la televisión en Los Angeles California, fueron que, ni el profesor a cargo de la clase, ni los alumnos, se percataron de lo que ocurrió, pues supuestamente el menor tenía tanto el micrófono como la cámara apagada. Pero ante esta declaración, surgieron pruebas que dicen lo contrario ya que su hermanita cuando llegó a donde estaba el cuerpo de su hermano sin vida, dijo que la cámara estaba prendida.
Concluyen que la policía trata de ocultar que los compañeros del niño observaron todo para no generar pánico. Ante dicha noticia se rumora que el menor trataba de imitar al sujeto que se disparó frente a la cámara a manera de reto. Hasta el momento nadie, de los que estuvieron en esa clase, ha querido dar su versión a los medios de comunicación supuestamente porque son menores de edad, pero especulan que todos se encuentran traumados por tener la imagen del niño de 11 años volándose los sesos.
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