La española asegura que una vez que se diagnostica el cáncer en una persona, no pasan 48 horas antes de que se le dé el tratamiento. En México, que ya se compara con los servicios de Salud de Dinamarca, los niños con cáncer pasan meses sin que se les brinden sus quimioterapias. Las medicinas contra el cáncer no se surten y el gobierno miente cuando dice que ya hay abasto.
En Dinamarca no les faltan esas medicinas pues para los servicios de salud se invierte hasta el 8 por ciento del Producto Interno Bruto; en México sólo se invierte el 2.5 por ciento del PIB para los servicios de Salud y mucho de ese dinero, como ocurre en Veracruz, se lo roban los administradores. De modo que no, para nada estamos como en Dinamarca en cuanto a servicios de Salud; estamos muy lejos de ese primer mundo, antes bien seguimos siendo un país bananero de tercer mundo.