Para muchos es comprensible que después de tantos meses guardados en su casa, ya es hora de salir un poco a disfrutar de las festividades de la época. Pero seamos sinceros, ¿en realidad han estado a piedra y lodo adentro de sus casas? En Veracruz, como en muchos estados, las medidas sanitarias se han venido relajando. Mucha gente sale a la calle como si no hubiera riesgo de ser infectado, como si gozaran de inmunidad. Sin embargo, los contagios en las dos últimas semanas han aumentado.
De acuerdo con las estadísticas de la propia Secretaría de Salud, estamos pero que en agosto. Por ello, no es comprensible ni justificable que las autoridades de Xico, Veracruz, promuevan actividades masivas que pongan en riesgo a la población. La tarde del domingo los xiqueños salieron a las calles para contemplar la “Villa Iluminada” que la alcaldesa Gloria Galván les regaló.
Salieron cientos de personas, muchos de ellos sin guardar la sana distancia, sin cubrebocas, sin tomar en cuenta el riesgo que significa acudir a eventos masivos. La alcaldesa se justifica diciendo que se debe reactivar la economía. ¿La economía de quién? ¿De las funerarias? ¿De las clínicas y hospitales? ¿De las farmacias?
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