Publica el periódico El Universal que Rosario Robles Berlanga, presa desde hace más de un año, está en pláticas con la Fiscalía General de la República (FGR) para convertirse en colaboradora en el caso de la “Estafa Maestra”. La exsecretaria de Sedesol y Sedatu está presa mientras se le sigue un proceso por ejercicio indebido del servicio público, acusación derivada del caso de desvíos millonarios, y todavía más, por delincuencia organizada y lavado de dinero.
Hasta hace unos meses Rosario Robles insistía que la estaban presionando precisamente para que señalar a los participantes en la llamada “Estafa Maestra”; supuestamente ella se negaba a hacerlo. Aparentemente le hicieron manita de cochino y la Robles no tuvo de otra que aceptar un criterio de oportunidad que le permita obtener beneficios en los procesos penales que tiene pendientes por el caso de la Estafa Maestra.
Ya se dio cuenta que Emilio Lozoya, el sapo mayor de la 4T fue más listo que ella, y mientras siga acusando a mansalva a los enemigos de la 4T, seguirá en su casa, con arresto domiciliario, disfrutando los privilegios de ser un testigo VIP del gobierno de López Obrador.
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