Ana Gabriela Guevara como candidata de Morena a la gubernatura de Sonora era una derrota segura. La exvelocista que alguna vez tuvo un gran prestigio por las medallas olímpicas que ganara se convirtió en un emblema de corrupción y saqueo. Son varios los reportajes que la revista Proceso ha dedicado a la manera como se ha ido saqueando el presupuesto para el deporte; uno de sus operadores ha sido inhabilitado por la ASF, otra de sus operadoras, Armida Ramírez está en la cárcel.
Pero ella sigue pensando que es incólume: «Nos quedamos, el Presidente me ha pedido que saque el compromiso y que trabajemos ya para París 2024. Yo no estaba en el ánimo de generar una incertidumbre a los atletas. Mi activo político en Sonora persiste porque además de poder ser candidata soy presidenta de mi partido en el estado, por lo que tendré que participar poco, mediano o mucho en la contienda».
Si el presidente tuviera congruencia, que ha quedado claro la perdió, correría a Ana Gabriela de la Conade y la pondría a disposición de las autoridades.
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