Para Joshua Hutagalung, un hombre de 33 años de edad originario de Indonesia, la suerte le cayó del cielo, pero no porque se haya ganado la lotería o se haya encontrado una maleta de dinero en la calle, sino porque literal, la fortuna le cayó del cielo. Un meteorito de hace 4 mil 500 millones de años aterrizó en el patio de su casa. De oficio constructor de ataúdes, este hombre grabó en video su hallazgo y compartió en su Facebook las imágenes del meteorito.
Tras darle la vuelta al mundo, científicos de todas partes checaron la piedra espacial y comentaron que ese hallazgo era algo sumamente raro, pues la clasificaron como una condrita carbonosa CM1 / 2 y son tan valiosas e importantes porque su “conocimiento aporta claves importantes para comprender el origen y la edad del sistema solar, la síntesis de compuestos orgánicos, el origen de la vida o la presencia de agua en la Tierra”.
Tristemente Joshua Hutagalung fue estafado, pues el estadounidense Jared Collins, experto en el tema, se ofreció a comprarle su meteorito y le dio 14 mil dólares, mismos que apenas y pudo juntar. La estrella espacial rompió el techo de su casa y el hombre aceptó sin más remedio, pero tiempo después descubrió que su verdadero precio era de un millón 850 mil dólares, unos 37 millones 170 mil 884 pesos mexicanos, precio que pago Jay Piatek, un médico y coleccionista de meteoritos de Indianápolis a Jared Collins. ¿Quién dice que el dinero no cae del cielo?
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