Los periódicos estadounidenses entrevistaron a varios agentes de la DEA, agencia antidrogas de los Estados Unidos, quienes les relataron que estaban devastados, pues con la decisión que tomó el gobierno americano de retirar los cargos al “Padrino” Salvador Cienfuegos, echaban por tierra años, muchos años de investigación. Los agentes de la DEA tenían muchas pruebas que en México no van a ser tomadas en cuenta porque las pruebas fueron tomadas en la ilegalidad.
Para consuelo de los agentes de la DEA el gobierno de México, por boca de su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, ya dijo que a Salvador Cienfuegos se le hará una investigación a la altura del prestigio de México: «El señor Presidente de la República nos instruyó que dijéramos con prudencia, pero con firmeza y claridad, la posición de México que es defender su dignidad y de sus instituciones, y de nuestras fuerzas armadas. Sí defender la dignidad, pero de ningún modo permitir impunidad».
«De suerte que México ha hecho eso, defender su dignidad, prestigio y también se habrá de hacer justicia conforme a lo que la ley de justicia dispone». Una investigación como la de Javier Duarte, como la de Emilio Lozoya, como la que se le llevó a cabo a Pío López Obrador.
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