La pequeña asustada por lo que podría pasarle a su mamá, tomó los ahorros que ella sabía dónde estaban y fue rápido a un minisúper donde se los depositó a los extorsionadores. Antes de colgar, los sujetos le pidieron a la niña tirar el recibo de pago a la basura.
Al llegar a su casa, la pequeña niña se dio cuenta que había sido estafada, pues su madre llegó cuando ella estaba haciendo el depósito. Tras esto, se hizo una denuncia a las autoridades quienes suponen que los extorsionadores son sus mismos familiares, pues los sujetos que le marcaron sabían cosas de la familia afectada.