*General no será detenido en México ni enjuiciado
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / TAL VEZ nunca se sepa a ciencia cierta cómo se negoció la liberación del General Salvador Cienfuegos Zepeda, ni porque el Gobierno de Estados Unidos pidió a la jueza de la Corte del Distrito Este de Nueva York, Carol Bagley Amon desestimar los cuatro cargos por narcotráfico y lavado de dinero que se le imputaban al ex Secretario de la Defensa Nacional, pero lo cierto es que la juzgadora aceptó el argumento del fiscal Federal Seth DuCharme de que el retiro de cargos al ex titular de la Sedena es por el interés de la política exterior de Estados Unidos y la cooperación en la lucha contra el narcotráfico y la corrupción (¿?). Y son quizás esos grandes secretos en los más altos círculos de la política internacional lo que induce a conjeturas, algunas tan chifladas o descabelladas como que el Ejército Mexicano presionó de tal manera al Presidente Andrés Manuel López Obrador que este último llegó a temer, incluso, un golpe de Estado, o que existió siempre el temor de que el General abriera la boca, aun cuando puede verse que el militar no es de esos, y se llevará en su defensa a dos o tres militares de alto rango, incluido el propio General secretario Luis Cresencio Sandoval González a quien, como bien se sabe, tuvo entre sus Generales cercanos en la SeDeNa, y a quien en Diciembre de 2017 nombró Comandante de la IV Región Militar en Nuevo León y Tamaulipas, aun cuando otros afirman que el actual titular de la SeDeNa y el general liberado no eran cercanos. Hay incluso quienes afirman que intervención del Presidente Andrés Manuel López Obrador ante su, todavía homologo Donald Trump es producto de los acuerdos de AMLO con el ex Presidente Enrique Peña Nieto que le construyó un escenario terso para la alternancia, sin que ningún partido protestara ni siquiera en la toma de posesión del tabasqueño. Vaya usted a saber que tan ciertas son las versiones de Juan Pueblo, pero algo muy grande está atrás de la liberación del militar que de acuerdo a Edward Sapone, su abogado en EU, regresará a México como un hombre libre para reunirse con su familia, siempre bajo la custodia del Servicio de Marshals Federales, pese a que AMLO, para tratar de sacarse la espinita diga que no se trata de negociar impunidad y que Cienfuegos seguirá su proceso en México en base a la carpeta que les entregará la Unión Americana, cuando aquí ya se le buscó hasta por debajo de las piedras y no se le encontró absolutamente nada.
SEA CUAL fuere la razón de la desestimación de cargos, cualquier suposición que se hiciera resulta hueca, y el secreto quedará en las alturas, un hecho del que no existen antecedentes ya que la justicia norteamericana es dura, y no admite –o no admitía- negociaciones, salvo que fueron con ciertos delincuentes a los que convierte en testigos protegidos en aras de ir por cabezas de mayor peso en la mafia, pero de ahí en fuera desestimar cargos es algo de lo que no hay antecedentes, y solo nos queda ajustarnos a la versión que el Departamento de Justicia de EEUU informó en un comunicado que a la letra dice: “En reconocimiento de la sólida asociación de aplicación de la ley entre México y Estados Unidos y con el interés de demostrar nuestro frente unido contra todas las formas de criminalidad, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha tomado la decisión de solicitar la desestimación de los cargos penales de Estados Unidos contra ex Secretario Cienfuegos, para que sea investigado y, en su caso, imputado, conforme a la ley mexicana”, y según el mismo documento, el Departamento de Justicia norteamericano ya proporcionó a México pruebas del caso y se compromete a continuar la cooperación con las autoridades mexicanas para la investigación, pues ambas naciones, según se dijo, tienen un tratado que rige el intercambio de evidencia. “Nuestros dos países siguen comprometidos con la cooperación en este asunto, así como con toda nuestra cooperación bilateral en materia de aplicación de la ley. Como refleja la decisión de hoy, somos más fuertes cuando trabajamos juntos y respetamos la soberanía de nuestras naciones y sus instituciones. Esta estrecha asociación aumenta la seguridad de los ciudadanos de nuestros dos países”, añade el reporte firmado por William P. Barr y Alejandro Gertz Manero, titulares de las Fiscalías de EEUU y México, respectivamente.
INSISTIMOS, Y qué bueno que así haya sucedido, algo de muy alto nivel sucedió para que AMLO, que ya había incluso criminalizado al militar cuando fue detenido el pasado 15 de Octubre, en el aeropuerto de Los Ángeles, California, interviniera de manera diplomática para lograr el acuerdo, y que la Fiscalía General de Estados Unidos desestimara los cargos. Por ello, a César Gutiérrez Priego, abogado y experto en Derecho militar le queda claro que el gobierno mexicano hizo una negociación para que todo lo que eran secretos de seguridad nacional pudiera ser analizados en un juicio en la República. “Tratan de salirse por la tangente, porque 18 meses se investigó sin avisar a México y en menos de un mes ya existe esa confianza y agenda bilateral de forma recíproca, es muy raro, me suena a que sí hubo negociación por parte de los países”, y en ese tenor atribuye que el retiro de cargos podría relacionarse con el cercano cambio de poder en Estados Unidos, pues hay que recordar que contrario a la relación que México mantiene con Donald Trump, ahora con el nuevo presidente electo Joe Biden no sé tiene mayor cercanía en comunicación. En pocas palabras, es entendible que Trump uso la detención del afamado militar mexicano para fortalecerse como un aguerrido combatiente del narcotráfico, pero ni esa decisión lo hizo ganar.
PARA RAÚL Benítez Manaut, especialista en Fuerzas Armadas y Seguridad Nacional bilateral, el caso del General Salvador Cienfuegos se ha dirimido en el plano político, aunque al mismo tiempo, el propio gobierno de EEUU ha desacreditado a la Administración del Control de Drogas (DEA). Benítez Manaut refirió que el acuerdo entre las dependencias encabezadas por William Barr y Gertz Manero significó una presión “muy fuerte” al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por parte del Ejército mexicano, pues habrían advertido el cese de toda relación con el Departamento de Estado, instancia que habría intervenido para desestimar los cargos. En concreto, la presión habría sido al Pentágono. Y es que un día después de que el general fuera detenido, López Obrador dijo que en México no había ninguna investigación contra Cienfuegos Zepeda, aunque en los siguientes indicó que en México no se permite la impunidad. En fin, bienvenido General a México, donde a pesar de lo que diga el Presidente, tanto y semejante poder al Ejército lo convierte en una fuerza muy peculiar. OPINA [email protected]
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