La búsqueda de la víctima inició luego de que una de sus amigas reportara a las autoridades que no sabía nada de ella desde hace un mes. La amiga de la madre del joven relató que siempre mantenían comunicación, pero desde hacía un tiempo, su celular se encontraba apagado.
La policía acudió al domicilio indicado para verificar la ausencia de la mujer. Cuando el joven vio que era la policía, les dijo cínicamente que ya los estaba esperando, confesó que asesinó a su madre y que se la iba comiendo poco a poco. Cabe señalar que cuando los agentes llegaron al domicilio, el joven estaba devorando un pedazo de carne que pertenecía al cuerpo de su madre y esto lo hacía en compañía de su perro, el Depredador.