Don Luis es un señor que se dedica a cuidar perros callejeros en lo que encuentran un hogar. El señor vive en un terreno baldío donde albergaba a 25 caninos. Un día alguien dejó un bulto de alimento a las afueras de su casa, el señor muy contento lo abrió y les dio un poco de croquetas a sus “niños”, como él los llama.
Al cabo de unas horas, los perritos se empezaron a comportar de una manera extraña y don Luis se preocupó. Al cabo de un momento, los perritos, así como piezas de domino empezaron a caer uno a uno; las croquetas que le donaron y que de buena forma recibió estaban envenenadas y mataron a 17 de sus 25 “niños”.
Fueron los vecinos del cuidador quienes acudieron a ayudar a Don Luis pues la escena que estaba presenciando le dejó en shock y el señor estaba inconsolable. Cuando el cuidador se calmó le preguntaron quien le había dado ese alimento, pero el señor sólo dijo que llegó de manera anónima y que él lo aceptó porque toda ayuda para sus “niños” es bien recibida. El caso ya está siendo investigado.