Ackerman, ¡fuera!

John Ackerman FOTO: WEB
- en Opinión

Sergio González Levet / Dicen que fue de común acuerdo, y los directivos de Canal Once así lo hicieron saber en el comunicado oficial: la directora teatral Sabina Berman y el profesor universitario John Ackerman decidieron terminar el programa que llevaba por título sus nombres de pila: John y Sabina.

La gota que derramó el vaso fue el programa del martes pasado, que tuvo al secretario de Educación Esteban Moctezuma Barragán como invitado, quien se pasó la emisión viendo cómo el barbaján gringo trataba despóticamente a la dramaturga mexicana, lo que provocó en las ultranacionalistas redes una ola de rencor contra el extranjero que se metía con una dama connacional.

Moctezuma trato de conciliar, pero mejor optó por hacerse el desentendido, y dejar que los dos egos se hicieran trizas. Así que se hizo a un lado y se dedicó a contestar las pocas preguntas que le hicieron, entre pleito y pleito.

(Vean ustedes, Denisse Dresser, que se ve tan modosita, tuvo un agarrón con la Berman y le dijo cosas bastante groseras, increíbles en una intelectual de ese tamaño, pero las redes la perdonaron porque fue un pleito entre mujeres y entre mexicanas).

Pero a Ackerman, que es un güero vulgar y soberbio, nuestro chauvinismo y hasta nuestro malinchismo no le podían perdonar que tratara tan mal a Sabina. Y las redes se fueron en contra de él, con justa razón.

Es que el tipo se cree el esposo de la mujer más poderosa del grupo lopezobradorista, y por tanto -en una manifestación de su machismo irredento- el hombre más poderoso del sexenio.

No lo es, pero sí tiene un área de influencia el tal Ackerman que llevó a que las autoridades de Canal Once anunciaran que el próximo año le darán un programa a él solito, pensando que así. no tendrá a quien insultar junto a él.

Y no contento con eso, el gringo insoportable consiguió que su mujer -Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, la Secretaria de la Función Pública, ni más ni menos- impusiera su influencia para que le den un jugoso aumento de sueldo, según comentó un directivo del canal, cuyo nombre mejor resguardamos, no sea que la pareja infernal lo vaya a correr.

John Ackerman seguirá gozando de las mieles del triunfo (de su esposa) mientras no caiga de la gracia de Andrés Manuel López Obrador, que lo protege y le celebra todas sus sandeces. Y con eso le resta, día a día, votos y simpatías al proyecto de la Cuatroté.

Pero Ackerman se ha de sentir poderoso como Trump, y mira a los mexicanos con desprecio, pues piensa que es mejor que todos. Para él, no hay nadie que se le acerque y hasta en lo íntimo ha llegado a decir que él es el verdadero cerebro que llevó al poder a AMLO y a Morrena.

¡Ah qué jijo este gringo!

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