Jorge Flores Martínez / En estos días se ha discutido sobre el candidato ideal para nuestra ciudad, he leído columnas de opinión que definen los candidatos que se consideran para cada uno de los partidos políticos y muchos empiezan a esbozar el perfil adecuado para competir en tan singulares elecciones del año próximo.
Yo tengo mis dudas, Xalapa es una de esas ciudades electoralmente complejas con votantes volátiles y necesidades cada día más urgentes. No cabe cualquier candidato ni es tan sencillo poder definir un perfil adecuado.
Algunos amigos me dicen que se requiere un candidato ciudadano, con excelentes credenciales académicas, feminista, con un compromiso inquebrantable con el medio ambiente, preocupado en temas de minorías y una sólida e incuestionable labor social. Lo curioso del caso es que ese es justo el perfil que votamos los xalapeños en la elección pasada, Hipólito Rodríguez Herrero tiene esas credenciales y más, por eso cuando escucho lo anterior solo asiento y no intento contradecir lo evidente, pero hay algo que falta en la definición del perfil necesario para gobernar esta ciudad.
Pienso que es ridículo hablar de ciudadanizar la política como si esta no fuera en si misma una actividad ciudadana, como si los políticos pertenecieran a otra clasificación ajena a ser ciudadanos comunes y corrientes. Lo que debemos considerar es un perfil de un candidato con una agenda ciudadana clara y con horizontes un poco más amplios que su sola gestión, es decir, una visión de ciudad con viabilidad económica, inclusión social, conciencia ambiental y por supuesto, que sea un muy buen administrador, conciliador extraordinario y respetuoso del marco legal.
Necesitamos un xalapeño que no quiera inventar la ciudad al llegar al poder, que recoja todo aquello que sirva, mejore lo que puede funcionar y se deshaga de lo obsoleto. Administre con austeridad y siempre evaluando el costo social y económico de cada una de sus acciones.
Que se comprometa a respetar la ley sobre cualquier cosa, evalúe con inteligencia a las mujeres y hombres que integrarán su equipo de trabajo, que sea empático con las necesidades de los que menos tienen, conciliador con sus adversarios y alejado de los amigos en cuestiones de gobierno.
Que sea un gobernante sereno que se apoye en la mejor información posible para tomar sus decisiones, que respete al Cabildo y tenga la capacidad de escuchar con atención al que opina diferente. Me gustaría un candidato que se comprometa a ser inflexible con cada peso del presupuesto, que administre con transparencia y honestidad a prueba de todo el erario de la ciudad.
Debe saber escuchar la agenda ciudadana, tener proyecto de futuro a mediano y largo plazo y saber que la ciudad se gobierna atendiendo lo urgente sin descuidar la importante.
En fin, lo que requerimos los xalapeños no es un candidato con un perfil determinado, lo que es urgente es una ciudadanía con mejor perfil y un activismo ciudadano más activo.
Candidatos hay muchos, pero los xalapeños somos más.
Vamos a construir la Xalapa del siglo XXI entre todos. La ciudad es tarea de todos.
Por cierto, una ciudad que sea segura para las mujeres.
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