Una empresa fantasma es fácilmente identificable. Un funcionario que diga que por error se contrató a una empresa fantasma, está tratando de ocultar su corrupción. Las empresas fantasma son fachada, los socios a veces existen, a veces no; ni siquiera son conscientes de que la empresa es suya. Reporta el periódico El Universal que el secretario particular del presidente, Alejandro Esquer Verdugo, «contrató a Ligieri de México S.A. de C.V., para proporcionar el servicio de logística en 15 eventos políticos que encabezó López Obrador en Puebla, y a ENEC Estrategia de Negocios y Comercio S.A. de C.V., para la colocación de propaganda de campaña en 10 espectaculares en aquella misma entidad».
Esquer Verdugo es el mismo al que Jaime Cárdenas señaló como el funcionario que permitía las irregularidades en el Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado. Jaime Cárdenas, en una entrevista acusó que tanto Esquer Verdugo como Ernesto Prieto, quien lo sustituyera en el Indep, visitaban el almacén de Toluca donde guardaban objetos que ya se habían subastado y se los llevaban «sin hacer los registros a los que obliga la ley, con el argumento de que se necesitaban para la pandemia».
Otro detalle importante es que la hija de Alejandro Esquer Verdugo, Carmelina Esquer Camacho, es encargada de compras en el extranjero para Pemex. Sobre las empresas fantasma que contrató Esquer, el SAT identifica a Ligieri de México como simuladora de operaciones, lo mismo que ENEC Estrategia de Negocios y Comercio S.A. de C.V. Así los negocios fantasma de la Cuarta Transformación.
Comentarios