La soberbia sobrada, su pedantería ofensiva, su postura grosera y majadera, en conjunto con una política cerrada y ultraconservadora le pasó la factura a Donald Trump, quien pasará a la historia como el presidente que no supo detener a la peor pandemia. «No vamos a controlar la pandemia, vamos a controlar el hecho de que consigamos vacunas, terapias y otras formas de mitigarla», señaló hace 10 días Mark Meadows, jefe de gabinete del presidente estadounidense Donald Trump, en una entrevista con la cadena CNN.
Por otro lado, no supo contrarrestar la popularidad de su contrincante que sin hacer aspavientos se ganó la voluntad de estados que en pasado habían votado por el republicano. Es cierto que aún no han dado el resultado oficial, sin embargo, si la tendencia sigue igual, los seis votos que le faltan a Biden se los dará el estado de Nevada.
Por lo pronto, el grupo de abogados de Donald Trump ya prepara la ofensiva legar para alegar que le robaron el triunfo. Aunque, a decir verdad, los expertos señalan que sólo retrasarán el resultado de una victoria demócrata, que supo capitalizar entre la clase media el descontento por la falta de empleos.
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