Aunque todo indicaba que el jugador del Santos pasaría gran tiempo de su vida reflexionando lo que hizo tras los barrotes, un juez le dio una condena por tres años, ocho meses y 15 días de cárcel, sin embargo, al ser un castigo mínimo, Joao Maleck pudo alcanzar el beneficio de la libertad y sólo tendrá que pagar la fianza ya antes dicha, misma que ya fue cubierta por la aseguradora del futbolista.
No obstante, la familia de los finados apelará esta decisión y buscarán que Joao Maleck cumpla la máxima condena de este caso y no salga libre así de fácil. Vale señalar que el jugador dijo desde antes de salir libre, que se haría cargo de los hijos de la pareja que asesinó al conducir su automóvil de lujo bajo presuntamente los efectos del alcohol. Al final, la justicia falló y el joven podrá volver a las canchas, donde seguramente ya lo esperan con los brazos abiertos, claro al ser una de las máximas promesas del futbol mexicano, qué se puede esperar.