Esta propiedad es de un hombre identificado como José Roberto Fidel Pérez Quinto de 62 años. En dicha vivienda llegaron a rentar seis personas entre los que incluyen a Edmunda y Arturo. Se comenta que los pobladores, antes de agredirlos, le pidieron a José Roberto, dueño de la casa, que corriera a sus inquilinos pues lo único que estaban haciendo era delinquir.
Incluso la policía del lugar se enteró del problema, pero pensaron que el conflicto era sólo un pleito entre vecinos; por supuesto nunca se imaginaron lo que iba a ocurrir. Vale mencionar que la abogada avisó a los familiares que viajaba rumbo a León, Guanajuato, para ver a sus hijos. Sin embargo, se desviaron primero a Tlachichuca, Puebla, donde fueron detenidos por la policía, y después a San Nicolás, donde fueron linchados.