En México se sabe de muchos casos donde a las personas les quitan la vida como supuestos delincuentes, sin que medie un juicio justo para ellos. Como recientemente pasó con la abogada Edmunda Adela y su acompañante, muchas veces esto ocurre por la ineficiencia policial que existe. Las personas, al verse desprotegidas por la autoridad, recurren a hacer justicia por su propia mano y aunque es legal detener al responsable de un delito en flagrancia, el Código Nacional de Procedimientos Penales en su artículo 147 indica que se debe entregar inmediatamente al detenido a la autoridad más próxima.
Al buscar ejercer justicia por su propia mano durante un linchamiento los que se hacen pasara por víctimas pasarían a ser agresores, pues estarían cometiendo el delito de lesiones en grado doloso e inclusive podrían llegar a incurrir en el de delito homicidio en grado de tentativa, por lo que purgarían una sentencia de 20 años de prisión.
Tras el linchamiento de la abogada Edmunda y su acompañante, los familiares y amigos de la abogada han pedido que se haga justicia y se encuentre a los responsables que los asesinaron a golpes mientras estaban amarrados a un poste. El linchamiento se dio por una acusación donde decían que eran supuestos secuestradores, pero no hubo pruebas de ser así.
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