Armando Ortiz / Se están moviendo algunos periodistas para que los tomen en cuenta. Se reúnen en grupo como asociaciones de comunicadores, piden cartas de recomendación, cabildean y prometen apoyar a quienes los apoyen. Sabemos que el hambre es canija, la mayoría no tiene ingresos, porque nunca supieron desarrollar su talento de tal manera que el oficio les diera para vivir decentemente. Es por ello que buscan quedar en la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas. Pero su propósito no es ayudar a los periodistas, su interés es ganar un sueldo, como todos los que han estado en la CEAPP, que por un sueldo se han dejado poner la correa de quien gobierna. Pero esta vez será peor, porque quien decidirá es Éric Cisneros Burgos, el funcionario que más ha amenazado a los periodistas. ¿Por qué un periodista serio, con prestigio y reconocimiento, buscaría ser la ramera de Éric Cisneros Burgos? Porque eso van a ser, la ramera de un funcionario que los va a tratar así; el día que le levanten la voz para recriminarle un abuso contra el gremio, el Bola 8 les va a soltar un bofetón al tiempo que les arroja el cheque de su mensualidad. Desde este momento lo señalamos: los que queden en la CEAPP, sean quienes sean, será porque le van a servir al gobernador y al secretario de Gobierno. ¿Así quieren que los vean, como periodistas ramera?
Habla el “succionador profesional”; defiende a Cuitláhuac García; un hombre que está sobre el bien y sobre el mal se sigue vendiendo
No vamos a mencionar su nombre porque no merece la pena. Sólo diremos que uno de los aciertos de Fidel Herrera fue llamarlo un “succionador profesional”, eufemismo de “mamador profesional”. ¿A qué se refería Fidel? Pues podía estar hablando de una persona que había hecho del oficio periodístico una fuente de donde estar succionando dinero ilícito; otra podría ser la descripción de un hombre que por unos cuantos pesos es capaz de cualquier felación. Ese, al que se le conoce como “succionador profesional”, y que está sobre el bien y sobre el mal, pues todo lo que succionó no se lo podría acabar ni aunque Dios o el Diablo le dieran un cabo más de vida, se pone a defender al gobernador más estulto que ha tenido Veracruz. Se lanza sobre los que lo critican, sin saber que muchos de los que lo critican han mostrado pruebas de su nepotismo, mentiras y corrupción. ¿Acaso no se enteró este “succionador profesional” que esos críticos mostraron documentos que comprobaron el nepotismo del gobernador? ¿No se enteró que esos críticos han documentado la corrupción en Salud, Educación, SIOP, Seguridad, Sedarpa y otra docena de instituciones? Por supuesto, lo que defiende este periodista de glorias pasadas, son los millones del convenio que recibe mensualmente. A esa edad, y seguir taloneando en una esquina, eso sí da lástima.
¿Era Gustavo Ortiz delincuente? Es irrelevante, la policía lo mató y la policía no puede matar a quienes detiene, ya sean inocentes o delincuentes
Lo que hace la Secretaria de Seguridad Pública de Hugo Gutiérrez Maldonado es lo mismo que lo que hacía la de Arturo Bermúdez Zurita, matar indiscriminadamente a las personas que recogía, ya sea inocentes o delincuentes. El gobierno, acusado de matar a Gustavo Ortiz, suelta fotos del fallecido con armas y dinero, supuestamente mal habido; suelta la versión de que era extorsionador. Puede que lo haya sido, puede que no; eso lo debió determinar un juez. Lo que la policía no debió es matar a la persona que había detenido, pues hasta ese momento el sujeto era presuntamente inocente. ¿Por qué lo mataron? No es un secreto que la policía estatal sigue coludida con los grupos delincuenciales de la zona. Sería grave que la misma policía se prestara para ejecutar a los miembros de las bandas que no apoya; tan grave como matar a golpes a un inocente. El problema se agrava cuando se reporta que no es la primera persona que es detenida y que a las pocas horas resulta muerta. La madre de Gustavo Ortiz pide justicia, “me reventaron a mi hijo a golpes”, clama. Si en verdad este fuera el gobierno del cambio, Hugo Gutiérrez Maldonado ya estaría entregando su renuncia; pero como señalamos, entre Gutiérrez Maldonado y Bermúdez Zurita hay poca diferencia.
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