En el aire se respira la derrota anticipada de los candidatos de Morena en Veracruz. Al menos en varios municipios, los alcaldes de este partido político no han podido con el paquete. En la capital del estado, los xalapeños ya no ven para cuándo se va Pedro Hipólito. La antes Atenas Veracruzana luce sucia y descuidada; sus calles están llenas de baches, pero eso sí, el señor se luce regresando partidas federales que no pudo aplicar en tiempo y forma. Ese subejercicio perjudica a los xalapeños. Por esa razón, Xalapa dejará de ser Morena. En las mismas anda Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica.
Y que se puede decir del trabajo de los diputados, pues éstos también están abonando el terreno para su estrepitosa derrota, comenzando por Rubén Ríos Uribe, presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Veracruz, mejor conocido en los congales y garitas de mala muerte como el famoso Dipucheves Barrilito, quien al parecer es malacopa y le da por golpear mujeres, aunque sus esbirros y tinterillos afines salgan a decir lo contrario. Este legislador del Distrito 19 de Córdoba, también está poniendo su grano arena para que Morena muerda el polvo de la derrota.
El que también no canta mal las rancheras es el cuatacho de Zenyazen Escobar, nos referimos al diputado plurinominal de Morena Víctor Emmanuel Vargas Barrientos, el mismo que quiso quedar bien con sombrero ajeno al decir que la ambulancia para el Hospital Regional de Córdoba, había sido gestionada por él. Es cierto que a él le regalaron la diputación, no obstante, no ha hecho nada por los ciudadanos de Fortín, donde el iluso legislador de paso quiere ser presidente municipal. Esos son parte de la cofradía de sepultureros de la “esperanza de México” en Veracruz. Por cierto, ya no vale la pena mencionar el trabajo del gobernador del estado.
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