Una joven embarazada de escasos 20 años se enteró que el padre de su bebé que no se haría cargo del niño, y además de esto el padre de la criatura le hizo saber que ya no quería seguir con la relación. La mujer de origen peruano quedó tan desilusionada que optó por abortar. Para esto, ingenió un plan donde contrataría un médico que no tuviera objeción, ni ética, ni mucho menos miedo al delito y la ayudara en el aborto. La joven pagó una habitación en un hotel donde se practicaría el aborto.
Una vez que el médico estaba en el procedimiento le realizó una mala práctica y le dejó el útero expuesto, por lo que la joven comenzó a desangrarse inmediatamente. La mujer empezó a gritar de dolor y miedo y ante esto un hombre marcó a la recepción para informarles. Los de la recepción avisaron a la policía quienes llegaron inmediatamente para trasladar a la joven a un hospital donde horas después perdió la vida.
Tras las investigaciones se enteraron por parte de la recepción que la mujer había ingresado al hotel con un sujeto extraño, invadido por los nervios. Pero una hora después salió apresuradamente sin decir palabra alguna. La policía logró dar con el médico tras encontrar evidencias del lugar donde trabaja. Al parecer el médico, al ver que la joven se desangraba, optó por marcharse olvidando una tarjeta con la dirección de la clínica y su nombre. En este caso, ¿qué procede con el padre del bebé?
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