Uno podría creer que un paciente intubado por causa del coronavirus tiene altas posibilidades de vivir, pues con la ayuda del ventilador mecánico, el oxígeno llegaría a los pulmones. No obstante, aunque esto sí ayuda, y sí hay posibilidades de sobrevivir, también las hay de morir y más si te internan en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pues esta institución médica informo que ocho de cada diez pacientes intubados han muerto.
Los números son alarmantes, pues luego de un estudio se determinó que en los hospitales del IMSS la taza de letalidad es de 86.9 por ciento. Aunque estos números sean de miedo, varios especialistas señalan que esto tiene una razón y una de las principales es que, en México, casi no hay especialistas en terapia intensiva.
“No es un secreto que México tiene déficit de especialistas, y para intubar es necesario estar capacitado, no es que los médicos no lo sepan, sino que se requiere profesionalización en el tema”, afirmó Alejandro Macías infectólogo de la UNAM. De igual forma, otra de las razones es que las personas infectadas van al hospital cuando está muy avanzada la enfermedad y al ser así los médicos pueden hacer poco o nada para salvarlos.
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