*Le arrebata atribuciones a la extinta Policía Federal
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / NADIE DESEA pensar y mal y mucho menos acertar, pero tanto y semejante apoyo de parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador a la Secretaria de la Defensa Nacional como que comienza a asustar, porque tal pareciera que busca agradar a las fuerzas armadas por lo que se ofrezca en el futuro, y acaso para evitar protestas internas de la milicia por la nula defensa del General Salvador Cienfuegos Zepeda detenido en Estados Unidos por presuntos delitos relacionados con narcotráfico. Y es que aunado a la entrega de la construcción del aeropuerto de Santa Lucia que, por cierto llevará el nombre de uno de los más emblemáticos militares como lo fue Felipe de Jesús Ángeles Ramírez, y otras obras faraónicas como la edificación de los bancos del bienestar y la refinería de Dos Bocas por solo citar algunas, AMLO deja en claro que el Ejército manda en la Guardia Nacional, y que la Marina Armada de México debe alinearse. En ese tenor, de acuerdo a un documento que circula se establece que: “con el objetivo de desbaratar ´inconsistencias´ que debilitan a la Guardia Nacional, por acuerdo presidencial se rompe de inmediato la cadena de mando de la Armada, y el Ejército toma el control absoluto”. De esa manera, la comunicación del secretario de Defensa al secretario de Marina es lacónica, como suelen ser las de los militares: “Distinguido Secretario, en relación con la instrucción del C. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, en el sentido de que la Secretaría de la Defensa Nacional ejerza el control operativo de la Guardia Nacional (…) le agradeceré hacer del conocimiento de los coordinadores estatales y regionales que le dependen, las disposiciones contenidas en la presentación que se anexa”.
EN ESE contexto, el documento anexo enumera los acuerdos presidenciales para que todos los efectivos de la Guardia Nacional, incluidos los que proceden de la Marina-Armada de México obedezcan a los comandantes de la Región Militar que les corresponde. La línea de obediencia entre marinos integrados a la Guardia Nacional y sus mandos de la Armada quedará rota para evitar “inconsistencias” en la operación. Y no se trata de cualquier cosa: son 29 coordinaciones regionales de la Guardia Nacional conformadas por marinos, básicamente Policía Naval y reclutas de la Armada, y es a ellos a los que se refiere en muchos apartados el oficio número 91636, del 8 de Octubre, dirigido por el General Secretario de SeDeNa, Cresencio Sandoval “para la atención del C. Almirante José Rafael Ojeda Durán”. El control y el poder total de la Guardia al Ejército, es evidente, y los marinos implicados quedan desde ahora a disposición completa de la Guardia, “dependiendo operativamente de la Defensa Nacional”, y la Secretaría de Marina sólo intervendrá en procesar sus pagos, sus prestaciones y otros asuntos administrativas.
EL ARGUMENTO que se hizo patente al presidente López Obrador es que muchos elementos de la Guardia seguían operando en las zonas propias de su secretaría, por lo que se solicitó y se logró aprobación presidencial a que “el personal de la Sedena y de Semar que se integre a la Guardia Nacional, porte el uniforme e insignias propias de esta nueva institución”. Un objetivo a lograr con estas medidas es “continuar con el desarrollo logístico, administrativo y operativo de la Guardia Nacional, para ser una fuerza autosuficiente en el cumplimiento de sus misiones”, según se anexa al oficio. De esa manera, cita textual: “a partir del 1 de Noviembre, (habrá) de operar de manera conjunta la Guardia Nacional con las fuerzas del Ejército coordinados por los Comandantes de Región Militar, respetando el marco jurídico de la Guardia”. Un capítulo denominado “Inconsistencias”, refiere en realidad lo que los propios militares denominan “debilidades”, es decir, puntos negativos dentro de la propia institución (no externos) que pone en peligro el cumplimiento de las misiones.
AHORA BIEN, los elementos de la extinta Policía Federal que debían descubrir quién es el responsable de un delito y probarlo para llevarlo a juicio, serán sustituidos por soldados entrenados en la Secretaria de la Defensa Nacional. El último grupo de expolicías Federales, aquellos dedicados a tareas de investigación, antidrogas y análisis científico, serán echados de la Guardia Nacional y sin presupuesto ni tareas claras a realizar, serán adscritos a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. No es que la Guardia Nacional, ya completamente militarizada, vaya a dejar de realizar estas funciones o que se vayan a duplicar, sino que la Secretaría de la defensa entrenará 751 de sus soldados para realizarlas, por lo que es incierta la suerte de los 4 mil 526 ex policías federales que serán desincorporados, y la decisión fue avalada por el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador, a propuesta de la SeDeNa, en el gabinete de seguridad realizado el 6 de octubre.
EL DESTINO de los 4 mil 526 policías de investigación y de análisis científico de pruebas fue presentado el pasado 6 de Octubre al Presidente Andrés Manuel López Obrador y aprobado por el mandatario. SeDeNa se ha dedicado desde ese día a circular órdenes a efectos de que esto se cumpla. De esa manera, los policías de Investigación al igual que los Antidrogas son los que realizan acciones para determinar quién ejecutó acciones delictivas, probarlo y llevarlo a juicio. Estaban integrados a divisiones de la Policía Federal, extinta por AMLO a principios de su sexenio para dar paso a la Guardia Nacional. La decisión de echar a los ex policías federales en su conjunto era evidente, y los elementos de la Policía Federal que se dedicaban a combatir al narco en acciones armadas serán enviados al sistema de policías que, bajo pago de servicios, cuidan instalaciones de oficinas, recepciones e incluso estacionamientos. Los policías de caminos, herederos de una institución que duró más de 90 años en servicios, serán sustituidos por soldados adiestrados en vigilancia carretera y, finalmente, los policías de investigación criminalística activa también se van de la Policía Federal.
Y UNO se pregunta: ¿Qué tanto le debe el Presidente Andrés Manuel López Obrador a los otrora vilipendiados militares cuando aun no era el titular del Ejecutivo, o que estará tramando el tabasqueño a futuro?. Nadie desea pensar que al igual que Venezuela, la milicia sea utilizada para perpetuarse en el mando, o para limitar el acceso de otras fuerzas al poder, sobre todo ahora que MoReNa no pudo arrebatarle el control al PRI en los Estados de Hidalgo y Coahuila. Y es que tanto y semejante entrega al Ejército como que mueve a sospecha. OPINA [email protected]
Comentarios