Si bien, sus declaraciones no cambiarán de inmediato los códigos civiles del mundo, ni cambiará la manera de pensar de muchos católicos ultraconservadores, las declaraciones del pontífice son un hito en el pensamiento clerical del Vaticano. El mismo papa está consciente de que las declaraciones no cambian el mundo, sino las leyes.
Es por eso que a su respaldo a las uniones homosexuales agregó: «Lo que tenemos que tener es una ley de unión civil; de esa manera están cubiertos legalmente». Esperemos a ver las reacciones de todos los grupos Provida, de los grupos de católicos conservadores y del católico común. Una iglesia que ha sido acusada de tener entre su grey a varios homosexuales, tarde o temprano tendría que aceptar que existen y que pueden ser felices en una vida familiar.