Irineo Domínguez Méndez / La fecha decisiva para que Morena estrene dirigente nacional está muy cerca; lo que se percibe interminable son las diferencias de sus tribus; sí, de sus tribus experredistas y expriístas que integran la cúpula nacional y algunas estatales, como las de Veracruz. Fumada la pipa de la paz, al menos en apariencia, Porfirio Muñoz Ledo acepta la encuesta final, dejando entrever que, si no gana, será ilegal. Mario Delgado recibe otra oportunidad de vencer al más experimentado militante de Morena; pero….
El actual presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Alfonso Ramírez Cuellar, batalla para dialogar con el octogenario; pues, si bien éste aceptó la realización de la tercera encuesta, la condicionó a una auditoría sobre los gastos de campaña de su oponente. La tercera encuesta representa la última oportunidad de Porfirio para pasar a la historia como el único ciudadano en presidir tres partidos a nivel nacional. Para Mario, sacarse la rifa del tigre, si es que no se rodea de gente con experiencia y no tan ladina.
El bajo nivel del debate entre los contendientes fue imitado entre los grupos que los apoyan. A Mario le cuestionan no ser fundador del partido, soslayando sus detractores que también provienen del PRD; que es apoyado por su expatrón Marcelo Ebrard; que utilizó recursos no confesables para su campaña. Si, todo es grilla y de la más baja, tan es así que su equipo reviró los señalamientos con una denuncia penal contra Porfirio por acoso sexual. Ese es el nivel del debate que muestran los que quieren dirigir a Morena. ¡Cuanta razón tiene AMLO al manifestar: es demasiado pueblo para tan poco dirigente!
Hablar de paz dentro de Morena significa cambiar una letra: pas, pas, pas; puro fuego amigo, el más peligroso. Desafortunadamente, no todas las tribus callan los tambores de guerra. En Veracruz, dos grupos, principalmente, aprovechan el río revuelto para crear confusión en las filas morenistas: los huertistas ladrones de Guevara engañando con su diputado federal que sueña con presidir al Comité Ejecutivo Estatal y los gobiernistas que, se presume, es encabezado por el gober y su secretario más cercano, quienes empujan a un exempleado con los mismos engaños.
Ambas tribus dicen que “designarán las candidaturas definitivas” a presidentes municipales, diputados locales y federales, puras mentiras. El huertista y “diputao” está apuntado para ser designado delegado en funciones de dirigente. Emulando a Porfirio Muñoz Ledo se me ocurre decir: supina ignorancia lo conduce a declarar este tipo de tonterías; desconoce el Estatuto de Morena; carece de amigos que le ilustren sobre la imposibilidad de que el CEN nombre delegados en funciones de presidente o de dirigente.
Al exempleado del gobierno cuitlauhista parecía le “había caído el veinte”, pero denota vicisitudes personales, infantilmente juega al sube y baja; pues, ahora su discurso versa que, de momento, realiza trabajo partidista para fortalecer las bases del partido y, sin embargo, realizó un evento donde vuelve a manifestar que busca la presidencia del partido, chimultrufio. Tal vez sepa que sus expatrones y quienes dicen apoyarlo lo usan. Este joven prospecto es más ingenuo de lo que se creía, pero…, solo obedece órdenes. Aún así, le auguro un buen futuro.
Gonzalo Vicencio Flores, quien actúa con Funciones de Presidente de Morena en Veracruz, tiene la oportunidad de fortalecer los liderazgos regionales; líderes regionales confían en él; son actores políticos de gran calibre que trae aparejado su liderazgo. El tiene que ser factor de unidad entre las tribus. Morena en Veracruz necesita urgentemente que su Consejo Estatal sesione de manera extraordinaria, so pena de ser botín de las huestes cupulares. Los consejeros incumplen con lo que les mandata su Estatuto: conducir al Partido; por ignorancia o por perversidad, no convocan a sesión y, por tal razón, en ese pecado recibirán su penitencia. Les volverá a suceder lo acaecido en procesos electorales de 2017 y 2018. En esos procesos miles de militantes y simpatizantes fueron excluidos de los procesos electorales internos. La Comisión Nacional de Elecciones, integrada por un grupo de “notables” o de pelafustanes, ni siquiera aprobó las solicitudes de aspirantes, que ya no de precandidatos.
Confiados en los “falsos padrinazgos”, los consejeros actuales han olvidado que fueron traicionados en el 2017; la militancia le dio la espalda a los “dedazos” y solo 17 ayuntamientos se ganaron. En la elección concurrente de 2018, de diputados federales y locales, los traicionados “se aguantaron” por el compromiso contraído con AMLO. Actualmente, las condiciones son iguales a las del 2017 y 2018 por el simple hecho de que AMLO no participa.
Inmersos en sus luchas internas, los morenos descuidan el proceso concurrente que avanza. Es muy probable que la cúpula nacional fomente el caos en Veracruz, de la cual, lo único beneficioso para los aspirantes morenos es que no haya alianza con el PT y PVEM. El Consejo Estatal es el órgano que puede proponer la “no alianza”; exigir el piso parejo ante la inclusión de externos. De sesionar, se harían un favor entre ellos en muchas cuestiones.
Otro si digo. – Los resultados de las elecciones en Hidalgo y Coahuila comprobarán que las cúpulas deben cortarse “el dedo”, incluidos los integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones o el descalabro será mayor en el 2021.
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