En el México de antaño, estaba prohibido, sin estar escrito, meterse con la virgen de Guadalupe, con el presidente y mucho menos con el Ejército Mexicano. Eran temas vetados, sin embargo, con la apertura de ideas modernas de equidad y libertad de expresión, éstos ahora son tocados de manera común. Y es que, con la captura del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, quien está acusado de producir y distribuir drogas hacia Estados Unidos, el panorama cambia para el Ejército Mexicano.
Este personaje fue el mismo que se opuso a que se investigara a miembros del Ejército Mexicano que presuntamente tenía que ver con la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Con esta detención nuevamente el Ejército Mexicano es bajado de su pedestal y tenga por seguro que, si se investiga bien, algunos miembros más estarán metidos en el ajo.
Las acusaciones contra el exsecretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos, a quien la justicia se refiere con el sobrenombre de “El Padrino”, son contundentes, se asegura que el gobierno de Estados Unidos tiene «miles de comunicaciones» entre Cienfuegos y “altos mandos” del cártel heredero de los Beltrán Leyva. Por lo pronto se espera la reacción el gobierno del presidente Andrés López Obrador, quien según el canciller Marcelo Ebrard, se enteró de la detención hasta el último momento por la embajada norteamericana.
Comentarios