Tal parece que el secretario de Educación de Veracruz, Zenyazen Escobar, y el gobernador juegan al teléfono descompuesto. Por un lado el Ejecutivo estatal dice que el problema de los comisionados o aviadores es grave, sin embargo, el fornido y rollizo funcionario que despacha en las oficinas del kilómetro 4.5 señala que esos comisionados ya han dejado de cobrar. En otras palabras, como dijera Arjona, «el problema es que no hay problema». Sin embargo, le falta honestidad al oriundo de Río Blanco, ya que no ha sabido dar respuesta que ha pasado con los comisionados que se trajo a trabajar con él a la oficina central y que seguían cobrando en sus respectivos trabajos de origen.
Además, no supo actuar en tiempo y forma contra los zopilotes que cobraban sin trabajar en el Cobaev. Por cierto, hay otros trabajadores de la SEV que, en lugar de cumplir con sus responsabilidades, ya andan haciendo campaña pintando bardas; ahí está el caso de Gustavo Abel Cadena Carrasco, quien es hoy el asesor estrella de Zenyazen Escobar. Así que, si el gobernador se quiere andar parando el cuello, sólo le tiene que pedir a su “consen” que deje de consecuentar a sus chalanes que se trajo del MMPV.
Por cierto, y si queda duda aún del nepotismo y de que algunos funcionarios de la 4T que, en lugar de trabajar, andan haciendo campaña, sólo hay que echar una mirada al Congreso Local, ahí se encontrará que la que también anda soñando con la diputación, es la propia esposa de Zenyazen Escobar, Liliana López Coronado, quien tiene que dejar a un lado el hígado y las travesuras de Escobar García con tal de llegar a la acariciada curul.
Comentarios