Si a Salvador Cienfuegos lo hubiera aprehendido el gobierno mexicano, en este momento el general estaría en el Hospital Ángeles. Unos días después, ya desparasitado, lo llevarían a su casa donde gozaría de un arresto domiciliario VIP. ¿Somos unos exagerados? ¿Acaso Emilio Lozoya no pasó por eso? Sin embargo, Cienfuegos fue detenido por el gobierno de los Estados Unidos que lo metió de inmediato a una prisión para que, al día siguiente, viernes, fuera llevado ante un juez para que le leyera los crímenes por los que se le imputan.
De acuerdo con un documento que diera a conocer la revista Proceso, Salvador Cienfuegos es acusado desde agosto de 2019 por los delitos relacionados con el tráfico de drogas. El nombre clave de Salvador Cienfuegos era “El Padrino” o “Zepeda”.
De acuerdo con ese documento el entonces secretario de la Defensa Nacional, “trasportó, transmitió y transfirió herramientas financieras y fondos desde uno o más lugares en Estados Unidos hacia y a través uno de más lugares de Estados Unidos, hacia una o más ubicaciones y receptores en México”. The New York Times señala que la aprehensión de Cienfuegos lleva un mensaje que dice: “No eres inalcanzable, no eres intocable y te llegará el día”.
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