Tras llamar a la Cruz Roja, los paramédicos se percataron que el hombre tenía los pantalones abajo y tras checar más a detalle al señor de la tercera edad, confirmaron que tenía una botella de cerveza atorada en su recto, por lo que fue trasladado inmediatamente a un hospital donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para sacarle la botella.
Luego de los testimonios de sus familiares y tras una pequeña investigación, oficiales de la fiscalía duranguense señalaron que fueron varias las personas que abusaron del hombre de 80 años. La policía seguirá buscando a los responsables y los hará pagar por sus actos.