La medicina digital era empleada para tratar las crisis maniacodepresivas. El pintor la consumía habitualmente en un intento de suavizar los ataques que azoraban su cuerpo y mente, ya que se le atribuían propiedades sedantes y antiepilépticas. Su manía por plasmar el color amarillo ha sido relacionada con una intoxicación por digital por la medicina “digitalis” purpurea la cual era utilizada para diversas enfermedades y patologías.
Desafortunadamente, los pacientes que consumían este tratamiento desarrollaban xantopsia, una patología que alteraba la percepción de los colores en los afectados, que tendían a ver los objetos con un tono amarillento. Vicent van Gogh veía el mundo a través de un filtro amarillo provocado por la medicina que consumía. De modo que el pintor tan sólo trasladaba a los cuadros los tonos que observaba.