“Los confinamientos sólo tienen una consecuencia que nunca hay que menospreciar y es hacer que la gente pobre sea mucho más pobre”, ha comentado Nabarro, que ha explicado en qué momento de la pandemia estaba justificada esta medida de aislar a la población: “El único momento en el que creemos que un confinamiento está justificado es para ganar tiempo para reorganizar, reagrupar, reequilibrar los recursos y proteger a los trabajadores de la salud, pero en general preferimos no hacerlo”, indicó David Nabarro.
En muchos países el confinamiento ya acabó y se ha podido volver a la vida normal con ciertas precauciones, pero ante el segundo rebrote todo lo que ya se había abierto se tuvo que cerrar de nuevo, y las personas tuvieron que volver al encierro por seguridad. ¿Usted cuál cree que sea la mejor opción?