El protagonismo barato de Lilly Téllez quedó de manifiesto cuando sacó toda su hiel y bilis que tenía guardad desde su salida de las filas de Morena. Durante la comparecencia de López-Gatell, la senadora ahora panista aprovechó para robar cámaras, pues le dijo hasta de qué se iba a morir a López-Gatell, lo malo es que lo hizo con una hilaridad desquiciante.
Un hombre que ha fallado en casi todas sus predicciones, el funcionario que titubeaba para usar el cubrebocas, el personaje que dijo que llegar a 50 mil muertos sería una catástrofe fue el objetivo de una mujer que mostró más preocupación por sacar todo su resentimiento, que por la preocupación de los muertos por el covid-19.
Lo llamó «el virrey de las camas vacías» y le regaló un cetro en son de burla. No se cuestiona el trabajo de López-Gatell, que a decir verdad deja mucho que desear, no obstante las formas de hacer una denuncia por parte de la exconductora de TV Azteca, también deja mucho que desear. En otras palabras, a Lilly Téllez la ganó la víscera y dejó de lado la cabeza.
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